Existen personas en este mundo que nos da la impresión que sólo hablan de sí mismas. Estamos en una conversación con ellos y nos damos cuenta que no hemos dicho absolutamente nada en horas. Este tipo de personas son muy desgastantes, la sensación después de estar con ellos es que nos han robado energía, como que nos han echado encima sus problemas, la mayor parte resolubles. Resolubles a costa de una actuación por su parte, claro está.
La relación con este tipo de personas pueden ser muy frustrante, debido a que la conversación nunca es bidireccional, sólo un monólogo infinito por parte del otro.
Me gustaría aclarar un punto. No hablaré de ellos con el famoso nombre de «persona tóxica» porque todos nosotros somos tóxicos en algún momento de nuestra vida o para alguna persona en concreto. Es normal, ya que nuestra forma de ser no puede adaptarse a todo el mundo. Para quien nos ama, pero no es correspondido, podemos ser muy tóxicos, por ejemplo.
En este artículo me voy a centrar en estas personas que para un gran número de nosotros es casi imposible tener una amistad.
¿CÓMO RECONOCERLAS?
- Cuando las conocemos, son personas muy sociables, con las que es fácil hablar.
- No pasa mucho tiempo hasta que comienzan a hablarte de temas íntimos, como problemas con su familia o en su trabajo. Nos enganchamos a su relato y nos transmiten pena por ellos.
- Crean un monólogo sobre ellos mismos en los que enlazan temas o, también a menudo, se centran en un tema y le dan vueltas y vueltas.
- Da la impresión de que piden opinión o ayuda pero, después, no cambiar de actitud o intentan resolver el problema.
- Si intentas cambiar de tema es misión imposible.
¿QUÉ HACER CON ELLAS?
- Primero empecemos en nosotros: Asumamos que una conversación es algo recíproco. Todos en algún momento hemos necesitado desahogarnos por algo que nos preocupaba o dolía mucho, pero si eso pasa a ser un monólogo sin fin sobre un mismo tema, sé consciente de que no eres el saco de boxeo de nadie.
- No intentes resolver su problema. Sus problemas son suyos y, aunque la resolución te parezca sencilla, no la están buscando. Si te la pide, puedes dársela. Si no, no te esfuerces, o acabarás muy frustrado. En último término, resolver nuestros propios problemas es la mejor manera de aprender a enfrentarnos al futuro. Si alguien resuelve todos y cada uno de nuestros problemas, no nos frustraremos, no sentiremos el dolor de escuchar un «no» o no aceptaremos las situaciones como son. Y eso, a la larga, es una piedra en nuestro zapato.
- Haz señalamientos. Las personas que sólo hablan de sí mismas no son conscientes de que lo están haciendo. Increíble pero cierto. Introduce frases del tipo: «Ahora que me has contado eso, me gustaría contarte algo yo», «De este tema ya hemos hablado, ¡innovemos!» o «Sí, ya me contaste eso la última vez que nos vimos, ¿ha ocurrido algo nuevo?«. En definitiva, sé asertivo.
- Si nada cambia y te sientes muy desgastado, reduce tus visitas a esta persona, en la medida de lo posible. Tu salud es más importante que la reiteración de un tema una y otra vez. Las amistades deben ser recíprocas, ¡no lo olvides!
Y, el mejor consejo que puedo darte: Muuuuuuucha paciencia y nunca olvides que lo importante es que tú estés bien.
Con cariño
6 comentarios
Con terceros no familiares es mas simple, cuando es un hijo hermano, es muy complicado, si te callas y solo lo esvuchas le dice a otro que tu no le interesas lo que habla.
Hola, Miguel. Efectivamente, cuanto más cercana es la relación, la dificultad de va agravando. Es importante integrar que estos límites son para poder protegerse uno mismo, pero no siempre vamos a poder hacer cambiar al otro de opinión. Gracias por tu comentario y aportación!
No se que hacer intento hablar con esa persona normal y saco un tema y esa persona siempre tiene que decir algo al respecto que la involucra a ella , ni siquiera puedo terminar de hablar!!!
Puede llegar a ser muy cansado, desde luego. Es importante en estos casos preguntarte qué quieres compartir con esa persona, ya que sientes que no hay una comunicación saludable entre ambas. ¡Gracias por aportar!
Hay algo en ellos, tú empiezas ha hablarles de otro tema y parece que te ignoran además, te repiten sus historias muchas veces «yo tengo una amiga en Monterrey» «estaba hablando con una amiga que tengo en Monterrey» ahora, en México si que abundan éstas personas,
Gracias por el artículo excelente!!
¡Muchas gracias! Me alegro que te haya gustado y, si puedes sacar unos aprendizajes de qué hacer con estas personas, mejor que mejor. Un abrazo!