Hay días que dejo caer palabras halagadoras sobre mi como cuando caen las hojas de un árbol y recuerdo que es suficiente para cuidar de mí mismo (Brian Andreas)
La autoestima es un concepto muy abstracto, que se nutre de muchísimos pilares y de todos ellos aprende. Es la base sobre la que construiremos una imagen de nosotros mismos y, por tanto, es vital que sea positiva y adecuada.
Es muy importante que nuestro autodiálogo sea positivo y cariñoso, una buena dosis de vida consciente y un autorrespeto resistente a todo obstáculo de la vida.
Para que podamos reforzar estos conceptos, vamos a usar una técnica muy visual, para poner a trabajar nuestros dos hemisferios cerebrales. Esta técnica se llama “el árbol de los logros”.
En este ejercicio vamos a reflexionar en profundidad en los logros de nuestra vida, nuestras capacidades y nuestros apoyos, para poder hacernos conscientes de lo que hemos conseguido a lo largo de nuestra vida gracias a nuestras capacidades y valores.
Te recomiendo que este ejercicio lo hagas con calma, y que le dediques el tiempo que consideres necesario. Cuando más tiempo y cariño le dediques, más orgulloso y reconfortado podrás sentirte después.
¿Empezamos?
¿Cómo se hace?
Para empezar, vamos a coger papel y lápiz y vamos a elaborar tres listas que nos ayudarán que crear nuestro árbol.
Lista 1: Tus cualidades positivas
En esta lista haremos una profunda reflexión de nuestras cualidades positivas y/o que consideramos de gran valor. Para ayudarte, te dejo este cuadro.

Una vez que las tengas, reflexiona cuáles son más importantes para ti o de cuáles te sientes más orgulloso. Nos servirá para más adelante.
Lista 2: Tus apoyos
En esta lista incluye a las personas que te apoyan en la actualidad o que te han apoyado en algún momento de ti vida. Pueden ser familia, amigos, profesores, parejas, ¡hasta mascotas! Quien tu sientas que ha sido un apoyo a lo largo de tu vida.
Cuando la tengas, ordena a estas personas en función del apoyo que sientes que te han prestado o prestan en tu vida (de menos a más).
Lista 3: Logros
Aquí vamos a ir apuntando nuestros logros. Lo más importante a tener en cuenta: nuestros logros y su impacto en nuestra vida es algo muy personal. Por ejemplo, para otra persona aprobar el carnet de conducir quizás fue muy sencillo, pero a ti te costó sangre, sudor y lágrimas. Pues eso sería un logro (y de los grandes).
Los logros son hazañas que hemos conseguido a lo largo de nuestra vida y de los que nos sentimos orgullosos. Para ayudarte, realiza este pequeño ejercicio:
- Piensa en algo que tú creyeras a priori que iba a ser imposible de conseguir pero que en última instancia fuiste capaz de hacerlo.
- Recuerda cositas que has conseguido que, aunque no sean difíciles de conseguir y mucha gente lo haya hecho, a ti te costaron un esfuerzo bastante grande.
- Reflexiona sobre hábitos y rutinas que te costó mucho poner en práctica y que ahora son una buena fuente de satisfacción.
Ahora que tenemos nuestras tres listas, ¡empezamos!
El árbol de los logros

¡Toca ponerse creativo ahora! Coge un folio y varios lápices de colores porque vamos a dibujar.
Cuenta cuántas cualidades positivas has conseguido reunir en tu lista: ese será el número de raíces que tendrá el árbol. ¿Te acuerdas que te pedí que ordenaras las cualidades en orden según te sintieras más orgulloso? Bien, pues vamos a colocar cada cualidad en una raíz, siendo las raíces más largas o anchas en las que pondremos las cualidades de las que son sentimos más orgullosos, y así en orden con todas las demás.
En el tronco, situaremos a las personas que más nos han apoyado a lo largo de nuestra vida. Al igual que con las raíces, situaremos a las personas que consideramos que más influencia han tenido más cerca de la copa y las personas que han tenido una influencia más limitada, más cerca de las raíces.
En la copa, vamos a situar los logros, que serán los frutos del árbol. Dibuja frutos más grandes y más pequeños, y ve situando tus logros en orden de importancia según el tamaño del fruto. El orden de relevancia lo pones tú.
Una vez tengas el árbol dibujado, te pido que dediques unos minutos a reflexionar sobre él, y a agradecerte a ti mismo el trabajo que has hecho haciendo este ejercicio. Sitúalo en algún lugar en el que puedas verlo con frecuencia, para que te recuerde quién eres y qué has conseguido gracias a tus cualidades.
Con cariño